Y es que todavía estás en mi mente. No consigo sacarme de mi cabeza tu sonrisa. La forma en la que me mirabas. Me hacías sentir especial con el más mínimo gesto que me hicieras. Pero, ahora, me doy cuenta de que todo eso era mentira. De que estabas jugando conmigo. Juré no volver a caer en el mismo juego pero no pude evitarlo. Esa mirada tan tuya me pierde. Intento olvidarte, pero son tantos recuerdos. Tanto momentos a tu lado. Tantos besos compartidos. Tantas sonrisas. Tantas miradas. Tantas cosas que ahora, por tu culpa, me paso las noches en vela. Llorando o simplemente esperando un mensaje tuyo que sé que nunca llegará. Ahora no estoy pasando una etapa fácil en mi vida pero al mal tiempo buena cara, ¿no? Pues eso. Intentaré olvidarte, tranquilo, no aparecerás más en mi vida. Sólo necesito sacar un poco de fuerza de algún sitio que seguro que alguna tendré reservada. ¿Y qué mejor momento para utilizarla que ahora?